La formació de l'heroi
N.C. Wyeth, 1929 |
Daniel Mendelsohn. Una Odisea. Un padre, un hijo, una epopeya. Traducció de Ramón Buenaventura. Seix Barral, 2019. P. 314-316.
Lo interesante es cómo se hizo la cicatriz. Homero pone especial empeño en destacar el comportamiento del joven Odiseo durante la cacería —mientras los demás integrantes de la partida de caza (sus tíos, los hijos de Autólico) se mantienen en retaguardia, él se lanza hacia adelante con los perros.
[...] Y cuando el enorme jabalí los embiste, el adolescente Odiseo corre a su encuentro.
[...] La gran ironía del Canto XIX, por consiguiente, es que la cicatriz que identifica a Odiseo de tan memorable modo, la cicatriz que prueba su identidad, es el símbolo visual de un hecho juvenil que no es típico de su comportamiento adulto, que se distingue por la excesiva cautela, la circunspección, la reserva voluntaria. Es decir, que lo identifica (la cicatriz demuestra que es Odiseo, la persona que participó en la caza del jabalí y resultó herido), pero al mismo tiempo es un falso identificador, indicativo de un comportamiento que ya no resulta propio de él.
—¿Os dais cuenta de lo grande que es esto? —les dije, muy emocionado, aquel día a los chicos—. Esta es la razón de que la composición anular que crece en espiral a partir del baño y la cicatriz no sea una mera digresión. Es fundamental. Si se hizo la herida lanzándose por delante de los demás cuando era un muchacho, pero ahora, como sabemos, prefiere quedarse atrás y calibrar todas las situaciones antes de comprometerse en ellas, ¿qué es lo que esto significa?
Mi padre no se molestó en levantar el brazo. Se limitó a decir:
—Significa que aprendió algo, en su vida.
—Sí —dije—. Aprendió algo, en su vida, y es en este momento cuando nos damos cuenta. ¿Qué es lo que ello significa para el poema en su conjunto?
Madeleine tampoco levantó la mano. Ladeando la cabeza para que su nueva melenita roja se agitara un poco, dijo:
—Significa que Odiseo fue en tiempos igual que Telémaco. El flashback de la cicatriz nos sugiere que la Odisea puede cubrir la educación del padre, no solo la del hijo.
—Sí —volví a decir—. Estupendo. Todo lo que decís hoy es estupendo.
Luego me volví hacia la esquina de mi padre y declaré:
—¿Ves? Los padres también pueden aprender.
Los chicos se rieron.
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada