Les mentides d’un cretenc


HELENA GONZÁLEZ VAQUERIZO
La Odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis
Tesi doctoral
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Κρῆτες ἀεὶ ψεῦται, κακὰ θηρία, γαστέρες ἀργαί.
¡Cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos! 
Hexámetro de Epiménides



Dado el hecho de que el hexámetro era conocido en la Antigüedad y la insistencia homérica en hacer pasar por cretense a su héroe cada vez que miente, parece que nos encontramos ante un topos en la literatura griega. La primera cuestión que nos asalta es si Homero origina el topos, que un siglo más tarde se atribuye a Epiménides, o si este ya existía y el bardo se sirve de él para añadir un rasgo de ironía a sus mentiras cretenses.[...]

Los falsos relatos forman parte de la tradición de los nostoi desde la Antigüedad hasta hoy. Los encontramos en la épica, en los himnos, en las crónicas de guerra. Sobreviven en la tradición oral europea, en las novelas y en las canciones populares del siglo XIX. Constituyen, al fin, parte sustancial de guiones cinematográficos sobre conflictos bélicos recientes, como la película Sommersby de John Amiel (1993) donde la mentira va unida al regreso al hogar de un impostor.

[...] Que Ulises es un mentiroso no es ninguna novedad de la Odisea. En la Ilíada hay dos momentos en que aparece como un embaucador. Se trata de la embajada previa a la guerra (III, 221-222) y del episodio de la Dolonía (X, 313 y ss.). En la Odisea Helena recuerda cómo llegó hasta ella disfrazado de mendigo (IV, 244-246), se rememoran las estratagemas del caballo (IV, 271-289; VIII, 491-495) y el cíclope Polifemo (IX, 363- 367).

La mentira (estratagema verbal) y el disfraz (estratagema visual) son los medios de que se sirve Ulises. Pero, ¿por qué en sus más desarrolladas mentiras dice que es cretense? Stanford cree que Ulises asume la identidad cretense porque estos eran marinos y aventureros, como él. También se ha observado que, dada la lejanía de Ítaca y Creta, era poco probable que algún cretense se encontrara en la isla y pudiera desenmascararlo. Además, parece lógico que, dada la fama falaz de Creta, el mentiroso se acuerde de ella. Por otro lado, no parece importar a nadie que Ulises se sirva de la mentira, al menos en tiempos de Homero. Walcot ha examinado la actitud griega hacia la mentira y ha concluido que "Ulises en la Odisea no hace nada inusual ni vergonzoso al contar toda una serie de relatos falsos [...] ni siquiera pretende que sus mentiras sean aceptadas de forma literal. De hecho cuanto dice, independientemente de su verdad o falsedad, transmite a su audiencia una impresión que está llena de sentido".

[...] La Odisea de Homero contiene el relato de las aventuras maravillosas del héroe, un relato “verdadero” que Ulises narra a los feacios. Sin embargo, la obra recoge también los cuentos que un viajero, Ulises, inventa para no desvelar su identidad antes de tiempo. Estas mentiras ocupan una cuarta parte de la Odisea (cantos XIII-XIX), aunque al pensar en la obra uno recuerde, sobre todo, las aventuras que Ulises cuenta a los feacios y la matanza de los pretendientes. Kirk considera que los relatos falsos no se vinculan a la experiencia del narrador (como sí lo harían los de los aedos profesionales Demódoco y Femio) y que están elaborados en una forma que sobrepasa en mucho los requerimientos del contexto y muestran un interés especial en el relato del cuento por sí mismo. Precisamente la elaboración que Kirk observa críticamente en las mentiras nos advierte de la importancia que tienen para el conjunto de la obra. No son distracciones, sino parte fundamental del poema y paradójica clave de la composición épica, donde las aventuras maravillosas son verdaderas y las terrenales falsas.

Las mentiras son necesarias, en primer lugar, para que Ulises se reencuentre consigo mismo. La auténtica función del relato, que Ulises satisface igualmente en los relatos verdaderos y en los falsos, es transmitir sutilmente hechos acerca de sí mismo y los diferentes aspectos de su personalidad, así como transmitir advertencias y sugerir paradigmas de comportamiento.

[...] Ulises hace varios relatos falsos en la Odisea de Homero . En ellos se presenta ante sus interlo-cutores con diferentes identidades falsas y describe una serie de viajes. 


Los principales relatos falsos de Ulises en la Odisea homérica son:


1. “El asesino de Orsíloco en Creta” a Atenea (XIII, 256-277)
2. “El hijo de Cástor Hilácida” a Eumeo en su majada (XIV, 192-339)
3. “Un hombre que se arruinó en Egipto” a Antínoo (XVII, 422-443)
4. “Etón, el hijo de Deucalión” a Penélope (XIX, 171-203)
5. “Epérito, hijo de Anfidanto de Sicania” a Laertes (XXIV, 216-349)

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