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Botticelli |
JÚLIA BENAVENT
Guía a la lectura de la Divina Comedia
Institució Alfons el Magnànim, 2007
P. 102-103.
Todo el canto es un ejemplo claro de plurilingüismo: Dante, como sabemos, adecua siempre el nivel de la lengua a las circunstancias, lo hace de una manera muy especial en momentos como los siguientes: en el verso 37 usa el término berze, Ahí come facean lor levar le berze, vocablo antiguo y vulgar para referirse a los calcaños (calcagna). En el verso 61, aparece en boca de Caccionimicio el vocablo sipa, término boloñés, por sia, para "justificar" mejor la procedencia del que lo utiliza. Son claros ejemplos de realismo, típicos del estílo cómico.
Llama la atención, cosa que no es infrecuente en la Comedia, el larguísimo parangón de los versos 25-33 de este canto, no sólo por su valor retórico, por su originalidad y belleza, sino también porque en él Dante hace referencia al jubileo del año santo, promulgado por el Papa Bonifacio VIII. Es posible que Dante haya participado en este evento, de tanta importancia desde el punto de vista político y religioso, y que en esa época estuviera en Roma, pero en cualquier caso, al poeta florentino no le pasó por alto la importancia del jubileo y por eso, le dedica la siguiente comparación:
Nel fondo erano ignudi i peccatori;
dal mezzo in qua ci venien verso ’l volto,
di là con noi, ma con passi maggiori, 27
come i Roman per l’essercito molto,
l’anno del giubileo, su per lo ponte
hanno a passar la gente modo colto, 30
che da l’un lato tutti hanno la fronte
verso ’l castello e vanno a Santo Pietro;
da l’altra sponda vanno verso ’l monte.
Dante empezó a escribir la Divina Comedia alrededor del año 1300, fecha en la que Bonifacio VIII, que ocupaba la sede pontificia, concedió indulgencia plenaria a todos los pecadores que fuesen en peregrinación a Roma. Por ello, para evitar que el peso de la gran multitud de peregrinos que atravesaban el Tíber rompiese el puente, y hubiese muchas muertes, se ideó un sistema muy útil: los peregrinos que iban hacia San Pedro, tenían que caminar sobre la mitad del puente y tenían que mirar hacia Castel Sant' Angelo, mientras que los que regresaban, después de haber ganado la indulgencia, caminaban sobre la otra mitad del puente, mirando hacia el monte.
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