El cant VIII

The Green Valley, Henry Arthur Payne

ISABEL GONZÁLEZ
JÚLIA BENAVENT
Guía a la lectura de la Divina Comedia
Institució Alfons el Magnànim, 2007

En en canto VIII del Purgatorio se distinguen las siguientes partes fundamentales: en primer lugar la oración de los penitentes, que al anochecer, alaban a Dios. A continuación, la aparición de los ángeles que son los guardianes del valle. Sigue el encuentro y el diálogo con Nino Visconti, la llegada y la expulsión de la serpiente diabólica y, finalmente, el coloquio con Conrado Malaspina.

[...] Como elementos principales de este canto hay que destacar, en primer lugar, el alegórico, que viene anunciado explícitamente  por el propio Dante con un apóstrofe directo al lector:

Aguzza qui, lettor, ben li occhi al vero,

ché'l velo è ora ben tabto sottile,

certo che 'l traspassar dentro è leggero

vv. 19-21

Ciertamente el velo es muy sutil y hay que aguzar el ingenio: los ángeles custodios del valle, símbolos de la ayuda divina, la serpiente, símbolo de la tentación y del pecado, y su expulsión por parte de los ángeles, que simbolizan la gracia divina que echa el mal del mundo, y las tres estrellas que aparecen en el cielo, símbolos de la fe, la esperanza y la caridad.

En segundo lugar, el tema de los afectos. Es muy importante el tema de la amistad y de los afectos humanos: el amor de Nino por su mujer y el dolor por el desamor de ella, su amistad con Dante; el sentimiento de generosidad de Malaspina hacia Dante. El tema de los afectos se mezcla en Dante con su autobiografía y muy particularmente con el pensamiento doloroso del exilio, peregrino de sitio en sitio, a la búsqueda de la acogida de familias tan generosas como la de los Malaspina.

En tercer lugar el tema lírico. Famosísimo es el incipit del canto

Era già l'ora che volge il disio

ai navicanti e 'ntenerisce il core

lo dì c'han detto ai dolci amici addio;

e che lo novo peregrin d'amore

punge, se ode squilla di lontano

che paia il giorno pianger che si more

vv. 1-6

En seis versos el poeta describe los sentimientos y las imágenes que más se relacionan con la puesta del sol: el momento del pensamiento, de la reflexión, de la nostalgia por los lugares lejanos y queridos, el recuerdo de los amigos y la melancolía.

Una vez más, Dante nos habla del asombro y del estupor de los pecadores ante el hecho de que Dante se encuentre en el Purgatorio y esté todavía vivo. En esta ocasión es él mismo el que lo anuncia, a petición de Nino Visconti, y Sordello al darse cuenta se aprieta contra Virgilio y también le pide una explicación. Nino llama a Conrado para que contemple el hecho. Otra nueva oportunidad para repetir, de nuevo, la excepcionalidad del viaje ultramundano y de la gracia que le es concedida a Dante.