El cant XVI

Divine Comedy Purgatory, canto XVI: The Wrathful, Fiona Hall, 1988

 

ISABEL GONZÁLEZ
JÚLIA BENAVENT
Guía a la lectura de la Divina Comedia
Institució Alfons el Magnànim, 2007

El canto XVI del Purgatorio tiene tres partes fundamentales. La última de ellas, el discurso de Marco Lombardo es tripartita: a) la causa de la corrupción en el mundo, b) el libre albedrío y c) la teoría de los dos soles. En la primera parte se describe la pena de los iracundos, que están envueltos en un denso humo. En la segunda tiene lugar el encuentro con Lombardo, famoso por su rectitud. 

[...] El elemento primordial de este canto es, sin duda ninguna, el discurso de Marco Lombardo que es uno de los episodios más importantes de la Divina Comedia para poder comprender el pensamiento de Dante. En este caso el tema teológico, el moral y el político se entrecruzan para demostrar que los tres están necesariamente unidos en una visión global de la realidad humana como la del propio Dante. Por otro lado, el discurso de Marco Lombardo intenta responder a una pregunta fundamental: a qué se debe el mal en el mundo.

De entre los muchos momentos importantes del discurso de M. Lombardo, hay que destacar los siguientes:

El mal del mundo está dentro del hombre y allí hay que buscarlo porque, aunque recibe el primer impulso de la influencia celeste, después puede decidir sus propias acciones gracias al regalo que Dios le ha concedido: el libre albedrío.

El alma nace del amor infinito de Dios y naturalmente tiende hacia las distintas formas de amor, aunque a veces no sabe distinguir entre los verdaderos placeres y los falsos.

Para poder ayudar al hombre a encontrar el camino del verdadero amor, tanto en el cielo como en la tierra, se crearon las leyes por los dos poderes, el temporal y el espiritual.

De aquí parte la teoría de los dos soles, teoría política típicamente medieval a la que se refiere totalmente el pensamiento dantesco y con ella se relaciona la acostumbrada polémica de abdicación del emperador a sus deberes con la arrogante corrupción pontificia, como ya hemos visto en el canto VI.

Nostalgia por los tiempos pasados en los que la nobleza y la cortesía que vivían en las tierras de la Italia del Norte, se han convertido en maldad y ya quedan muy pocos que siguen conservando la virtud de sus antepasados. En este aspecto hay que tener muy presente el canto XIV.

Aunque menos, también es un elemento importante del canto la celebración del buen Gerardo. Después de un discurso tan importante como el que acaba de pronunciar M. Lombardo, cita sólo como ejemplos de virtud a Conrado de Palazzo, a Gerardo de Camino y a Guido de Castello, los únicos tres viejos que merecen ser destacados frente a este mundo de corrupción. Dante insiste sobre la figura de Gerardo, que no puede ser cambiado por ningún otro, elevando su figura casi a la categoría de ángel, de santo, de modo que aunque ha sido poco citado, este noble de Treviso adquiere categoría de personaje importante de la obra.