Nota introductòria al cant XII
Giovanni Battista Galizzi, 1943 |
JOSÉ MARÍA MICÓ
Dante Alighieri. Comedia. Pròleg, comentaris i traducció de José María Micó.
Acantilado, 2018.
Dante sigue agachado hablando con Oderisi hasta que Virgilio le pide que continúe avanzando y que mire el suelo por donde pisa, que resulta estar lleno de bajorrelieves de increíble belleza y realismo, a manera de lápidas historiadas. La elaborada y simétrica descripción del autor enumera doce ejemplos de soberbia castigada, a razón de uno por terceto: Lucifer, Briareo, los gigantes castigados por los dioses del Olimpo, Nemrod, Níobe, Saúl, Aracne, Roboam, Erífile (castigada por su hijo Alcmeón), Senaquerib, Ciro y Holofernes. Las letras iniciales de esos tercetos forman la palabra VOM, es decir uom, 'hombre, ser humano', como recapitula y ratifica el acróstico de la estrofa siguiente (vv. 61-63), que describe el emblemático y conclusivo ejemplo de la destrucción de Troya. Dante pasa de la admiración por el arte extremado de las imágenes a una irónica invectiva contra la soberbia de los humanos, que no aprenden del ejemplo. Como han caminado mucho tiempo absortos en las imágenes (es ya más de mediodía: ya ha llegado «la sexta sierva del diario oficio»), Virgilio le dice a Dante que mire adelante y que se fije en un ángel que se les acerca y, con las alas desplegadas, los invita a subir a la siguiente cornisa. A la derecha tienen la brecha que da acceso a la nueva rampa, que compara con la escalinata que en Florencia, «cuando eran de fiar actas y cuentas», llevaba del puente de Rubaconte a San Miniato: el autor aprovecha para criticar la corrupción de los jueces de su ciudad. El ángel toca la frente de Dante, y, cuando los dos poetas se deciden a comenzar la ascensión, les sorprenden unas voces dulcísimas cantando Beati pauperes spiritu (la primera de las bienaventuranzas de Jesús en el sermón de la montaña: Mateo 5, 3). Dante pondera el contraste entre estas bellas canciones y los horribles sonidos del infierno, y se sorprende al notarse más ligero mientras camina. Virgilio le explica que se sentirá mucho más ligero cuando ya no le queden letras en la frente: Dante se toca y comprueba con asombro que le quedan sólo seis P: el ángel, al rozarlo con sus alas, le había borrado la primera, liberándolo del pecado más grave.
28 Vëdea Brïareo fitto dal telo
31 Vedea Timbreo, vedea Pallade e Marte
34 Vedea Nembròt a piè del gran lavoro
37 O Nïobè, con che occhi dolenti
40 O Saùl, come in su la propria spada
43 O folle Aragne, sì vedea io te
46 O Roboàm, già non par che minacci
49 Mostrava ancor lo duro pavimento
52 Mostrava come i figli si gittaro
55 Mostrava la ruina e 'l crudo scempio
58 Mostrava come in rotta si fuggiro
61 Vedeva Troia in cenere e in caverne;
62 o Ilïón, come te basso e vile
63 mostrava il segno che lì si discerne!
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