Nota introductòria al cant XV

Blatt zu Purgatorio XV, Klaus Wrage, 1923


JOSÉ MARÍA MICÓ
Dante Alighieri. Comedia. Pròleg, comentaris i traducció de José María Micó.
Acantilado, 2018.

En el purgatorio faltan tres horas para el atardecer (momento que se correspondería en Italia con la medianoche). Los poetas caminan cara al sol hacia poniente, pero un resplandor aún mayor deslumbra a Dante, que no llega a comprender de dónde procede. Es un ángel y los invita a subir la escalera que los llevará a la tercera cornisa. Al empezar la ascensión oyen a su espalda «Beati misericordes» (otra  de las bienaventuranzas del sermón de la montaña) y «¡Goza tu que vences!» (que parece aludir al final del mismo sermón). Como van ascendiendo sin compañía, Dante aprovecha para preguntar a Virgilio a propósito de unas palabras pronunciadas por Guido del Duca (v. 87 del canto anterior); como le explica el maestro, se referían a la envidia, generada por la codicia de los bienes materiales que no quiere compartirse, pero que si el deseo de poseer se revuelve a Dios, el beneficio crece proporcionalmente. Dante no acaba de entender que pueda aumentar un bien que se reparte, y Virgilio le explica que el amor divino es como un rayo de luz que se multiplica reflejándose en muchos espejos, y que acabará de entenderlo cuando vea a Beatriz. En ese momento alcanzan la tercera cornisa y Dante tiene una visión en la que van apareciendo varias escenas que representan ejemplos de mansedumbre: María a las puertas del templo reprendiendo dulcemente a Jesús después de estar buscándolo varios días (Lucas 2, 48), Pisístrato renunciando a la venganza que le exige su mujer porque un hombre abrazó a su hija (lo cuenta Valerio Máximo) y san Esteban protomártir perdonando a quienes lo lapidaban (véase Hechos 7, 60). Dante vuelve en sí y Virgilio le pregunta por su estado; cuando el florentino se dispone a explicar su visión, el maestro le dice que ya conoce todos sus pensamientos y que lo que ha pretendido con su pregunta es infundirle ánimos para seguir. Caminan en dirección al crepúsculo, y una densa nube de humo los envuelve en la oscuridad.

Comentaris

Entrades populars